Un largo camino comienza en el siguiente paso.
 
Uniendo esos pasos el camino comienza a entenderse, después de recorrido. Ese despertar, ese entender las causas que operan por arriba de nuestras limitaciones, nos permite ubicarnos en una escala real, donde lo humano y divino se integran a través del dolor o del placer.
 
El placer de compartir es lo que me ha movido a escribir sobre el camino de mi experiencia, de los aciertos, de los errores, de la persistencia en la invesitgación, elaboración y aplicación de las propiedades terapéuticas, de las vibraciones, de las soluciones florales de nuestra naturaleza tropical.
 
Este libro es una ofrenda, un obsequio para aquellos que confían en las energías naturales como medio de sanación, de equilibrio y de vida.
 
El compromiso, el desafío y el reto que significa todo lo aquí expresado, es permanente y espero que sirva como catalizador de la armonía y evolución de este planeta en el tercer milenio.